Es curioso como poco a poco desaparecen elementos que hacen mas agradables las calles de Madrid: bancos, fuentes, fuentes para beber y árboles. Las muchas de las plazas de Madrid no son para los paseantes, se ha pasado de plazas arboladas o con fuentes a cultos a la piedra: Callao, Soledad Torres Acosta, Santo Domingo…

Aún mas interesante es la falta de bancos en las plazas. Hace años me reía de los «bancos independentistas» (o sea para una sola persona) que me encontré en Bilbo, ahora es algo común encontrar estos bancos individuales en nuestras calles. ¿Para que vale un banco así? ¿Donde nos reunimos los amigos en las calles? La excusa: que los usaban los indigentes para dormir. Pues, señores del Ayuntamiento, los indigentes siguen existiendo por muchos bancos que quitemos.

Ya empieza a aflorar la siguiente etapa de este elaborado plan: la privatización de las plazas. Es curioso como desde hace años se persigue el botellón, que, salvando que la gente debería ser mas limpia, reunía a los jóvenes en las plazas, a socializar. Ahora si quieres sentarte en una plaza, lo que hay es la terraza de un bar, o inclusive uno de los chiringuitos de diseño que ha ido instalando el Ayuntamiento (el próximo estará en la misma Puerta del Sol).

Mientras, la Plaza de Callao, que con su peatonalización perdió su fuente y algunos árboles, es ahora una explanada de piedra, con bancos individuales a los lados, libre para el uso de las distintas marcas comerciales que ponen allí sus chiringuitos y promociones.

¿Donde nos encontraremos la gente para socializar? ¿Por qué se nos invita a pagar o irnos?

[Imagen Urbanity.es]

[Actualización oct’2014] Lectura recomendada: Yorokobu: ¿Te comerías un bocata en esta plaza?



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